En el marco del proyecto “Tarapacá, entre Zona Franca y Minería” ejecutado por la Corporación de Desarrollo Productivo y el Gobierno Regional de Tarapacá, con el apoyo técnico de la consultora Isoingenio, se realizó el webinar “Elementos claves para una Zona Franca 4.0 en Tarapacá”.
La iniciativa en la que participó como principal expositora la directora ejecutiva de la Asociación de Zonas Francas de las Américas -AZFA-, María Camila Moreno, tuvo como objetivo definir los elementos claves para la ideación, estudio y diseño de una Zona Franca 4.0, la cual sería complementaria a la actual, centrada fundamentalmente en la innovación tecnológica, la diversificación y la competitividad.
Moreno manifestó que “Actualmente, en toda Latinoamérica contamos con 630 zonas francas, las cuales representan más de un millón de empleos. Estas operaciones, generan más de US$ 38 mil millones en concepto de exportaciones al año. Señaló que la pandemia ha sido el momento más histórico de las Zonas Francas, ya que fueron estas las que más rápido lograron poner en marcha protocolos de bioseguridad por ser zonas con procesos controlados. Actualmente la conversión o creación de zonas francas 4.0 complementarias permiten diversificar las actividades comerciales tradicionales, cuando se está en crisis económicas o en este caso generado por el Covid-19, debemos contar con planes de contingencia y este es el momento de reinventar la forma de hacer comercio”.
Enfatizó en la importancia de las zonas francas y zonas libres como mecanismo para apoyar la recuperación económica post pandemia, ya que representan grandes inversiones, exportaciones y generación de nuevos empleos.
Las zonas francas 4.0, optimizarán la competitividad, la promoción de inversión a partir de proyectos orientados a la sofisticación de la producción interna, modernización y repotenciación del aparato productivo e inserción en cadenas locales, regionales y globales de valor.
Señaló que la tendencia internacional es avanzar hacia el 4.0 a través de un proceso de modernización e innovación en el que la tecnología es la piedra angular para mejorar la productividad y convertirse en hubs de innovación que impulsen la actividad económica.
Para finalizar, respondió preguntas realizadas por los asistentes virtuales y manifestó que el desafío más urgente para las zonas francas es el desarrollo sostenible.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible brinda una oportunidad para un nuevo modelo que busca atraer inversiones en actividades relevantes para los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), adoptando altos estándares de factores ambientales, sociales y de gobernanza, para promover el crecimiento inclusivo, señala el reporte World Investment 2019: Special Economic Zones, elaborado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).