Un total de 30 fusiles americanos modelo AM-15 que estaban escondidos en la carrocería de unos vehículos al interior de un contenedor fueron encontrados esta semana por personal de Aduanas en el puerto de Iquique. La Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos (SACFI) de Tarapacá, junto a la Policía de Investigaciones, iniciaron las diligencias para determinar el destino final y quiénes estarían tras el tráfico de este armamento.
El Fiscal Regional de Tarapacá, Raúl Arancibia, alertó sobre la gravedad de los hechos ya que no se trata de una situación aislada, “recordemos que el 2019 se incautó una importante cantidad de municiones al interior de un contenedor y hace unos días en Paraguay se encontraron armas provenientes de esta misma región. La Fiscalía ha venido sosteniendo hace ya bastante tiempo que organizaciones criminales están utilizando esta zona, con las ventajas que tiene la zona franca, el puerto y nuestra situación fronteriza, para usarnos como tránsito para llegar a otros destinos o bien para llegar con mayor facilidad a nuestro país con armas de este calibre”.
El persecutor agregó que el combate a este tipo de organizaciones criminales requiere de mucho más apoyo y recursos para todas las organizaciones que trabajan en este ámbito, “hoy descubrimos este cargamento, pero no sabemos cuántos más están pasando ni cuántos más vendrán, por lo que debemos estar preparados”.
De hecho, fue el hallazgo de las armas en Paraguay lo que levantó la alerta que permitió a Aduana perfilar tres contenedores provenientes desde Estados Unidos cuyas declaraciones de importación indicaban el transporte de automóviles usados, los que fueron fiscalizados utilizando el camión escáner, detectando objetos extraños en compartimentos de las carrocerías. Al hacer la revisión exhaustiva de los vehículos se encontraron las piezas y partes para armar alrededor de 30 fusiles modelo AM-15 Multi Cal, marca Anderson Manufacturing Hebron.
La fiscal jefe de la Unidad de Análisis Criminal y Focos Investigativos de Tarapacá, Paola Apablaza, a cargo de la investigación, explicó que por el sistema comercial particular que existe en la región y la existencia de una frontera tan porosa, “se hace muy fácil utilizar redes legales de comercio para sacar armas en forma ilegal, las que pueden tener como destino países vecinos que tienen serios problemas en materia de criminalidad organizada y cada vez más contacto con las bandas que operan en el norte del país”.
Sobre la identificación de las personas involucradas en este tráfico, la fiscal señaló que se está trabajando en distintas líneas investigativas, pero prefirió no entregar mayores detalles.