Especies avaluadas en primera instancia en más de 16 millones de pesos fueron sustraídas desde la sede del Injuv de Tarapacá ubicada en Avenida Arturo Prat N° 940 frente a Playa Cavancha, en la capital regional Iquique.
El robo se produjo en horas de la madrugada y se presume que los antisociales pudieron actuar con completa impunidad debido a que cortaron la energía eléctrica, logrando con eso deshabilitar la alarma que está en funciones en toda la casa.
Claro que para los que conocen como funciona esto, llama poderosamente la atención los hechos que relatan los funcionarios que llegaron a las 9 horas de hoy y se dieron cuenta del robo, porque ante cualquier corte de energía eléctrica, la empresa encargada de la seguridad, de inmediato llama a los funcionarios responsables para que aclaren la falta del suministro. Y los funcionarios de la empresa de seguridad son absolutamente profesionales e insistentes. Es decir, llaman desde el director hasta el último funcionario, pasando por la profesional de apoyo y todos quienes trabajan en este espacio público dedicado a atender a los jóvenes y sus inquietudes.
Según dijeron los primeros testigos los ladrones robaron computadores y la camioneta oficial, que fue entregada a la institución hace poco tiempo. En realidad era muy nueva. Y acá surge otra inconsistencia, porque las llaves del vehículo se manejaban escondidas en un sitio especial “que sólo los funcionarios conocían”, según contó a este medio un testigo que pidió reserva de su nombre. Entonces, la pregunta base es: ¿cómo sabían los antisociales dónde estaba la llave del vehículo?
Todos los antecedentes están siendo procesados por la Policía de Investigaciones, quien inició la investigación, a pesar que los funcionarios del Injuv en primera instancia llamaron a carabineros.