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Oct 29, 2017 admin fondo de medios 0
Alejados de las ciudades; en pequeños poblados, acompañados de prolongados silencios, los artesanos chilenos trabajan, siguiendo el arte enseñado por sus abuelos.
Imposible nómbralos a todos o dar a conocer sus trabajos. Por eso te mencionamos a continuación sólo algunas de las manifestaciones de la artesanía tradicional que hay a lo largo de nuestro país.
I Región: En Isluga se realiza una artesanía textil, de origen muy antiguo, hecha en diferentes tipos de telares, con lana de auquénidos y ovinos, e hilada a mano.
II Región: En Toconao, pueblo ubicado entre el solar de Atacama y la altiplanicie, los artesanos tallan figuras con piedra toba, material volcánico de color blanco. En Peine hacen obras maestras en madera de cactus.
V Región: En Isla de Pascua, hábiles y rápidos talladores utilizan la azuela y el formón para hacer trabajos en madera, piedra volcánica y huesos de ballena. Las mujeres hacen collares, pendientes y brazaletes con concha marina.
Región Metropolitana: En el pueblo de Pomaire se trabaja la tradicional cerámica de arcilla roja, delgada, bien bruñida y cocida. También se hace en la capital, la cerámica de las Monjas Clarisas locitas perfumadas hechas con arcilla, caolín y arena fina, perfumada con fórmulas secretas que datan del Siglo 17.
VII Región: En Quinamávida, al interior de Linares, se tejen en telar, mantas, chalones y frazadas de lana de oveja. En Rari más hacia la cordillera, se hacen miniaturas tejidas en crin de caballo y fibras multicolores.
VIII Región: Ninhue es famoso por sus “chupallas” tejidas con paja de trigo. Y en Quinchamalí se fabrica la cerámica oscura, mezcla de arena y arcilla, teñida al humo, trabajada a mano y cocida al suelo. En Hualqui, se teje la cestería de fibras vegetales como el “coirón” y el “chupón”.
IX Región: Cautín se distingue por los tejidos de la tradición mapuche, hechos con lana de oveja, hilada a mano con el uso primitivo. Tiene colores naturales y decoraciones teñidas con antiguas técnicas (Tinturas de raíces, tallos, flores, maderas u hollín). También se fabrican joyas en platería trabajadas a mano. En Villarrica se trabajan las maderas nativas, labrándolas con azuela, especialmente para uso utilitario: bandejas, platos, cucharas.
X Región: En San Juan de la Costa se hace cestería en “boqui”, especie vegetal trepadora, muy dura. En Chiloé se producen los típicos ponchos y frazadas chilotas, tejidas con lana de oveja hilada a mano y trabajada en telar horizontal y al suelo. Las localidades de Quinchao, Chonchi y Quellón, son famosas por estos trabajos y también por la cestería en “ñocha”, “coirón”, “junquillo” y “quiscal”; y por los barcos de maderas nativas, como el lingue.
Tejido popular
Antes de la llegada de los españoles al continente, el tejido era ya una de las formas artesanales mayor logradas. Desde entonces, la mujeres de la zona central han tenido un papel destacado en este oficio, sin embargo, con la emigración del campo a la ciudad, la actividad ha ido disminuyendo considerablemente.
Pese a todo, aún hay muchos lugares, a través de todo el país, en donde la actividad textil artesanal se preserva hasta hoy.
Si tuviéramos que reseñar la principal actividad textil a lo largo del país, tendríamos que destacar, en el norte, el trabajo que realizan algunos campesinos aymaras del Altiplano; en la zona central, región huasa, las mantas y las fajas; más al sur los tejidos de los mapuches, en donde destacan los ponchos y las alfombras; y finalmente los tejidos de Chiloé, en donde con la gruesa lana artesanal se tejen chombas, gorros y calcetas.
Zona norte
Las comunidades de la zona altiplánica, que desde épocas precolombinas se han dedicado a la cría de alpacas y llamas y desde la Colonia a la cría de ovejas, desarrollaron particularmente su arte textil.
En la actualidad esta tarea se desarrolla en pequeños pueblos interiores de Arica y Antofagasta. En la localidad de Peine se realizan textiles de llama, vicuña y alpaca, como frazadas, ponchos o bolsos, en tonalidades verdes, azules y moradas, principalmente, en los que se reproducen elementos de la cultura inca como el rombo, la escalera y el zig-zag.
Zona central
A escasos kilómetros al sur de Santiago, en el caserío de Valdivia de Paine, hombres y mujeres practican el tejido. Empleando el telar horizontal y con hilos mercerizados, tejen fajas, chamantos de huaso decorados con franjas de colores. El rojo, el azul, el verde y el amarillo son los colores preferidos.
Más al sur, cerca de Rancagua, en el pueblo de Doñihue, también se tejen hermosos aperos de huaso, pero aquí lo hacen sólo las mujeres en telares verticales de madera pesada. Estos tejidos de hilo se caracterizan por sus dibujos, casi siempre relacionados con las plantas del lugar, hojas de parra, racimos de uva, espigas de trigo, copihues, etc.
Zona sur
En las áreas mapuches los tejidos contemporáneos muestran un fino hilado, figuras rectilíneas y colores parejos con figuras en forma de cruz , rombo, zig-zag, etc. El telar araucano es el llamado “huitral”, consistente en cuatro trozos de madera que se cruzan en los extremos , y tiene una altura de poco más de dos metros. Este trabajo artesanal es esencialmente femenino. Se tejen de esta forma los “chamales” o mantas femeninas y masculinas, ponchos y frazadas, así como también los famosos “choapinos”, especie de alfombras, muy codiciadas en el mercado por la calidad del tejido.
El trabajo textil chilote posee características propias; hay presencia de elementos indígenas con otros copiados del extranjero, quizás en los viajes realizados por los habitantes.
Se teje con lana de oveja en telar horizontal pegado al suelo. Esta técnica requiere de gran pericia ya que la posición que debe adoptarse es muy incómoda.
En el pasado, los tejidos de Chiloé tuvieron gran renombre y en las crónicas de marinos y visitantes extranjeros hay referencias de ellos. Hoy sólo se tejen alfombras, mantas, chalones y frazadas muy sencillos. En los centros más poblados de esta región se tejen otras prendas, calcetas, chalecos, y gorros, con lana muy mal hilada y defectuosa, lo que daña mucho. Los principales centros artesanales de la isla son Quinchao, Chaigue y Llingua
Los trajes típicos de Chile
Los especialistas en la materia reconocen que no hay un estilo único ni una vestimenta que identifique a los chilenos en su totalidad. Las vestimentas típicas son regionales y se identifican con grupos y espacios territoriales. Con el paso del tiempo se han incorporado nuevos objetos y nuevas materias primas.
Los trajes típicos de nuestro país tienen sus propias características marcadas por el clima, la cultura, el trabajo, la materia prima y las tradiciones. Pasando por alegres coloridos a sobrios grises y negros.
En el norte tenemos el Altiplano, los campos en la zona central, siguiendo al sur nos encontramos con las tierras de Arauco y la Araucanía. Pasando en transbordador llegamos a Chiloé, y cruzando el Pacífico la Isla de Pascua. Al final del recorrido nos encontramos con las tierras de Magallanes, en la zona austral.
Las ropas del norte se confeccionan con lana de vicuña, alpaca o llama y en el sur con lana de oveja. Los diseños son simples y cómodos para poder realizar los trabajos que requiera la tierra, los animales o la artesanía.
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