Una interesante exposición sobre la Norma Chilena 3262, Perspectiva de Género y Buenas Prácticas Laborales dentro de los sindicatos y organizaciones gremiales, expuso el profesional del Área Mujer y Trabajo de Sernameg Tarapacá, Patricio Arriaza.
Todo esto en el contexto de la Escuela Sindical 2017, de la Seremi del Trabajo y Previsión Social en la Universidad Arturo Prat, donde se pudo analizar con los/as representantes regional, en una amena exposición sobre los principales avances y desafíos en materia de igualdad, conciliación familiar – laboral y la Agenda de Género del Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet Jeria.
El encargado del Programa Buenas Prácticas Laborales y Trabajo Decente del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género, Patricio Arriaza, abordó diversas temáticas en su ponencia.
Entre los puntos relatados a los/as representantes sindicales se cuentan; Norma Chilena 3262, Sello Iguala-Conciliación de la vida laboral, familiar y personal, en la lógica de la corresponsabilidad el compromiso de la entidad con sus funcionarios/as o asociados/as.
Además de tratar la perspectiva de género, con el sentido que pudieran identificar conceptos, derribar estereotipos, desactivar roles impuestos y tener una visión más amplia de las razones de la valoración desigual entre hombres y mujeres.
Patricio Arriaza del Programa Buenas Prácticas Laborales y Trabajo Decente, apreció la instancia y detalló que su exposición buscó explicar las relaciones jerárquicas e inequitativas entre ambos sexos.
“Se atribuye mayor importancia a lo masculino y el problema no es que hombres y mujeres seamos diferentes, sino es la valoración desigual que se da esas diferencias. Por ello, se hace necesario desnaturalizar las desigualdades de género y reconocer que son productos históricos, por tanto, totalmente modificables”.
Otro punto interesante que describió fue los roles de género que son un conjunto de normas, sociales y percibidas como apropiadas para hombres y mujeres en una sociedad, y se basan en la construcción social que se tiene de la masculinidad y la femineidad.
“El problema, es que estos roles limitan las opciones y las oportunidades de hombres y mujeres, y niegan la diversidad de formas en que se puede ser hombre y ser mujer”, concluyó Arriaza.